sábado, 12 de febrero de 2011

Lorena Nazal


La Banda de los Ruiseñores

Unieron la cuerda con el postigo de la puerta de madera de Raulí, dieron tres señales con la campana de anuncio de esa entrada ruín. No sería la vieja salida al mundo del día a día y tampoco ya por allí entrarían las pisadas de los que un día la casa albergó.Los ojos de los vecinos caían sobre el suelo sin atreverse a enfrentar el rostro de los Ruiseñores; la Banda que cantaba en los anocheceres con guitarras de doce cuerdas y tambores de ancestros que acudían, vivos o muertos, alucinados con las viejas historias de zorros cautivos y cuentos de fogatas del norte de la montaña. 

En medio de la ciudad ninguno de los Ruiseñores logró caminar sin resbalar a media cuadra. Las monedas les eran desconocidas en el sucucho de la esquina, los zapatos confeccionados con las viejas técnicas daban que hablar, aún más el pelo pardo rojizo que caía como la vertiente del río que los acurrucó a su orillas durante los sucesos de cada década. Fueron despedidos una y otra vez, acosados por un barrio que los contemplaba con un silencio que gritaba desalojo. El exilio los obligaba a quedarse mientras resultara necesario, no había opción; esculpieron paredes anchas para evitar las piedras y se escondieron confusos.

La revolución llegó un día olvidando la memoria de lo que eran por la rabia de un par de muertos, de esos acuchillados sin sentido, arrojados en la entrada de la puerta de madera de Raulí, con una invitación a salir de una ciudad que no era para pájaros de mal agüero. 
Nació la Banda de los Ruiseñores con cuchillos embetunados de grasa, lijados con manos de acero. Silbaban mientras cortaban el cuero y enganchaban los escalpelos ya listos en el cinto. Marcaron territorio, tiraron las monedas sobre el mesón del sucucho sin importar si eran suficientes para lo que sacaban a sus anchas. 

Les habían quitado dos corazones. El cuerpo se les dormía de dolor al caminar por las calles vacías.  Ahora, los vecinos tras las ventanas, arqueaban la frente , cerraban sus cortinas y guardaban silencio apenas comenzaban a escucharse los primeros silbidos de la Banda. 

Un día el cordón umbilical arrastró la noticia, la montaña había caído.             El río exhausto con los gritos de auxilio que no pudo acallar, se secó con miles de lágrimas que soltó despavorido en cada territorio que había conocido, para luego esconderse bajo de la tierra. 

Tiraron de la cuerda atada al postigo de la puerta de madera de Raulí, comenzó a caer a pedazos la casa que albergó en su exilio a los Ruiseñores.Había un largo camino hasta la montaña, un silbido marcó el ritmo de la marcha, una guitarra la melodía. En fila, con los inigualables zapatos de cuero sonrieron. Había llegado el momento de volver para reconstruir lo perdido, para volver a ser lo que fueron, lo que todavía eran, muy a pesar del rostro de los idiotas que terminaron temiendo a los únicos que, nunca sabrían, les salvarían la vida toda.

Rescataron el río, los animales, salvaron cada semilla y triplicaron los árboles. 
Los otrora Banda de los Ruiseñores aún canta en los anocheceres con guitarras de doce cuerdas y tambores de ancestros que acuden, vivos o muertos, alucinados con las viejas historias de zorros cautivos y cuentos de fogatas al norte de la montaña. 

Los siglos tienen un cordón umbilical indestructible que guarda múltiples conocimientos, transitan por él todos los hombres y mujeres que se arrastraron desde su vientre...aún durante la confusión y el exilio ellos siempre lo supieron, por eso continuan silbando. 



Almuerzo de Sábado en La Fábrica

Caldillo de Mariscos receta sureña
En la cocina Angélica y secuaces
http://comidachile.blogspot.com/2010/07/caldillo-de-mariscos.html

viernes, 11 de febrero de 2011


Father and Daughter (corto animado/Short film Animated) Obra del realizador holandes, Michaël Dudok de Wit, ganador del Oscar por este corto en 2000.

Gabriela Mistral

La Tierra


Niño indio, si estás cansado, 
tú te acuestas sobre la Tierra, 
y lo mismo si estás alegre, 
hijo mío, juega con ella... 

Se oyen cosas maravillosas 
al tambor indio de la Tierra: 
se oye el fuego que sube y baja                                                          
buscando el cielo, y no sosiega. 
Rueda y rueda, se oyen los ríos 
en cascadas que no se cuentan. 
Se oyen mugir los animales; 
se oye el hacha comer la selva. 
Se oyen sonar telares indios. 
Se oyen trillas, se oyen fiestas. 

Donde el indio lo está llamando, 
el tambor indio le contesta, 
y tañe cerca y tañe lejos, 
como el que huye y que regresa... 

Todo lo toma, todo lo carga 

el lomo santo de la Tierra: 
lo que camina, lo que duerme, 
lo que retoza y lo que pena; 
y lleva vivos y lleva muertos                                                          
el tambor indio de la Tierra. 

Cuando muera, no llores, hijo: 
pecho a pecho ponte con ella, 
y si sujetas los alientos 
como que todo o nada fueras, 
tú escucharás subir su brazo 
que me tenía y que me entrega, 
y la madre que estaba rota 
tú la verás volver entera.

Andrés Rodríguez Aranis


Cigarros

dejo un paquete de cigarros al lado de la ventana que
me dejaste como recuerdo cuando venías cantando asuntos de
flores maravilladas por la caducidad de la muerte porque
hubo brillo en el largo asombro de febrero hubo terremoto hubo obsequiosas misiones de la piel muchos dibujos hicimos besos prodigábamos a
la mañosa costumbre de amarnos
                                                        por eso dejo un 
paquete de cigarros aunque
tosa un poco o las aves digan que es mejor una rama que soporte un
nido lleno de plumas recién nacidas
                                                          y por eso te amo también

Juan Jose Mestre

El Cielo es una Celda                                                   
El cielo es una celda ¿quién dijo que era esplendoroso? apenas un dulce crespón negro manchado de recuerdos que aprisionan el cielo es una celda lóbrega abjura de sus brillos enarbolando espinas el cielo es una celda de paso ¿quién dijo que es eterno? mañana albergará mi muerte (y nadie la recordará) 
http://rutinasyotrassendas.blogspot.com/

jueves, 10 de febrero de 2011

Diane Arbus

Diane Arbus nació en Nueva York, Estados Unidos en 1923. Hija de una familia adinerada, se quejaba de haber sido “demasiado cuidada” en su piso de la Quinta Avenida. 
Algunas de sus primeras fotografías son de niños luchando con su energía y desesperación por sus limitaciones psíquicas o físicas, como “Niño Exasperado con una Granada de Mano de Juguete” tomada en 1961. 
.En 1971, cuando Diane Arbus se suicida, ya tenían fama sus desconcertantes fotografías de seres extravagantes y excéntricos. Un año después de su muerte, se exhibieron en la Bienal de Venecia ampliaciones de diez de sus fotos,  enanos, travestis, nudistas. En unos meses el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York inauguró una gran muestra retrospectiva de su obra, 250.000 personas acudieron a ver retratos realmente sobrecogedores.

Mariela Ríos Ruiz Tagle


"Pinceladas trémulas"/Breves imágenes post-telúricas.

( A Huidobro)                                                  

Temblores en el cielo
Augurios de pasados tiempos
Del
Poeta
Infinito
Contempla el futuro
En un sillón, sin miedo

miércoles, 9 de febrero de 2011

LLueve sobre la Ciudad


Jorge Luis Borges

La Lluvia


Bruscamente la tarde se ha aclarado 
Porque ya cae la lluvia minuciosa. 
Cae o cayó. La lluvia es una cosa 
Que sin duda sucede en el pasado. 


Quien la oye caer ha recobrado 

El tiempo en que la suerte venturosa 
Le reveló una flor llamada rosa 
Y el curioso color del colorado. 

Esta lluvia que ciega los cristales 
Alegrará en perdidos arrabales 
Las negras uvas de una parra
 en cierto Patio que ya no existe.

 La mojada Tarde me trae la voz, la voz deseada, 
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

Joaquín Sabina



Os presento a mi abuelo bastardo a mi esposa soltera
al padrino que me apadrino en la legion extangera
a mi hermano gemelo, patron de la merca ambulante
a mi tio el marino que tuvo un sobrino cantante...

Al puton de mi prima Carlota y su perro salchicha
a mi chupa de cota de malla cuando la desdicha
mariposas que cazan ensueños los niños con granos
cuando sueñan que abrazana a Venus de Milo sin manos

Me libere de los tontos por ciento del trento del bisnes
dando clases en una academia de cantos de cisne
herede una botella de ron de un clochar moribundo
yo solo queria escribir la cancion mas hermosa del mundo...!

martes, 8 de febrero de 2011

Vicente Huidobro

Hay que saltar del corazón al mundo
Hay que construir un poco de infinito para el hombre
                                                                   De Ver y palpar, 1941

lunes, 7 de febrero de 2011

Nicanor Parra

Epitafio

De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa
Hijo mayor de un profesor primario                            
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca del ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo detonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!

Gerhard Beck

Joan Manuel Serrat/Aquellas pequeñas cosas


domingo, 6 de febrero de 2011

Albert Einstein

"Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre el universo." 


Pacifista y Sionista

Fotografías que hicieron Historia

Julio Cortázar/Historias de Cronopios y de Famas

Viajes 

Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades. Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas". 

Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios. 
Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.

de "Historias de Cronopios y de Famas", 1962.