sábado, 5 de marzo de 2011

Mujeres en 50 palabras

Andrés Rodríguez Aranis
Tengo una sobrina que se cree mi tía, pero es hija de mi hermana, hija a su vez de mi madre, cuyos dulces de alcayota eran toda la envidia de las viejas de mi pueblo, ése pueblo que tiene un santo carademujer, asunto que mi tía susurró a mi sobrina.


Diego Aristizabal Fernandez
Para decirlo....sí. Alguna vez quise, alguna vez pensé que era mi hermana, mi amiga, hombro-almohada de mi cabeza, abrigo para la espalda desnuda. fue lo más cercano a una amiga, una hermana, una novia....Ya no, me vendió por treinta monedas y me dejó con esquirlas matando las costillas y los ventrículos.


Andres Rojo Torrealba
Madre hay una sola y es la mía, con el perdón de los demás, pero la mía fue dulce, clara como el trigo y brillante como sus campos. De vida dura y sonrisa fácil, iluminó cinco vidas o más y al morir dejó su alma en muchas de mis palabras.


Lorena Nazal Saglie
Juliette caminaba moviendo sus curvas al compás de Sinatra. Siempre pensé que tenía una radio interior, coqueteaba envuelta en melodías; transitaba como si la vida no tuviera tiempo, partió así a mis cortos años, por cierto, envuelta en bemoles y con una cadencia graciosa que aun brilla.



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